Na beira do Lete

... alampan os recordos todos, como brasas atizadas polo vento da morte.

8 de xullo de 2008

Postcoitum

Uno mismo es también un poco Otro, en la medida en que no nos basta estar aquí dentro para conocer lo que somos. Sólo con la práctica podemos sospechar cuáles van a ser nuestras reacciones y nuestras emociones ante una circunstancia futura. Sólo podemos dar una definición de nosotros mirando hacia el pasado, pero ni el presente ni el futuro nos dicen gran cosa.

Cuando tenemos práctica, no tememos a las emociones. Toda tristeza tiene entonces un poso cómico, por previsible; mientras que toda alegría conlleva cierta melancolía. En las tormentas del alma, subsiste la sospecha de que el tiempo, de una forma u otra, acabará pasando, y de que tendremos una nueva oportunidad de ver el cielo. Otra vez al sol, sentimos la lánguida emoción del guerrero victorioso, superviviente, y nos cogemos una buena borrachera, e imaginamos que el tiempo ha dejado de contar…

8 comentarios:

lukas dixo...

¿Escapar del tiempo? Imposible. NI el sexo ni el alcohol van a conseguirlo. La experiencia nos hace más melancólicos, leía en una entrevista a Andrés Ortíz-Osés, un profesor de filosofía de Deusto que ya se jubila, si después de una vida uno dice que no es melancólico, entonces es que es tonto. Y el sexo sin amor es prostitución. No olvidemos esto, por mucha democracia que tengamos, por muy triviales que nos hayamos vuelto.

Andrés Rivas Santos dixo...

¿El sexo sin amor es prostitución? Sentencias como ésta me reafirman en una vieja creencia: no todas las opiniones son respetables, sí lo son las personas que las emiten. Y no me parece una opinión respetable simple y llanamente porque peca de integrismo, se niega a ser sometida a crítica, a debate. Algunos jamás podremos respetar la esencia de los dogmas.

lukas dixo...

Andrés libertino o quien seas, el sexo sin amor es prostitución, lo dice Ortíz Osés y lo digo yo y así se queda dicho, y me importa un carajo lo que digan los que la van de posmodernos y su sexo trivial, el sexo, es más, el sexo ya no tiene sentido cuando es masificado y se practica hasta en los colegios. ESta sociedad está podrida, y los causantes fueron los del 68 con toda su bazofia libertaria.

Agurdión dixo...

Lukas, estoy de acuerdo contigo en lo fundamental. También tengo una idea más ascética que vitalista de la vida. Pero hay una excepción, que habrás podido sospechar, y es que no me atrevería a defender mi moral como válida para todos. Quizá porque aún no he vivido lo suficiente, y tengo dudas.

Andrés es amigo mío. Lo considero una persona ingeniosa y concienzuda, aunque es verdad que tenemos formas distintas de ver algunas cosas. Me parece que ya sabéis que padezco esa cosa que se llama ambivalencia, así que os ruego que no os tiréis los trastos a la cabeza.

Al fin y al cabo, en este post yo sólo quería hablar, un poco crípticamente, de un tema bastante prosaico, que es el haber terminado los exámenes y haberlos terminado bien. Después de un mes ocupadísimo, puedo respirar. Llegada esa altura, la melancolía. Creo que las preocupaciones materiales, las más inmediatas, son el mejor remedio contra la melancolía, que es la tristeza de los días en que no pasa nada.

Si queréis saber mi opinión: Lukas, es posible que el sexo sin amor sea prostitución, entendiendo "sexo sin amor" como las relaciones con alguien que nos despierta absoluta repugnancia, pero que sin embargo aceptamos al objeto de obtener otros beneficios. Por otra parte creo que el sexo donde obra un consentimiento y un deseo simétrico, aunque sea esporádico, al margen de una relación de compromiso, ofrece cierto grado de amor. Creo que el amor es una cuestión de grado, y que es raro no encontrarlo en alguna medida en cualquier relación sexual. Diría que se puede amar a alguien a quien acabas de conocer en un bar y a quien no volverás a ver jamás en la vida.

Creo que sacralizamos demasiado el sexo, para bien o para mal. No debería de ser tan importante en la vida, y no debería hacernos tanto daño la vida de los demás. Que la gente no tenga respeto por la comida, no nos impide ser frugales a nosotros. No estamos obligados a participar en el sexo trivial si no queremos. De todas formas, yo no rechazo por sistema el sexo trivial, en tanto lo considero parte de la vida, entendiendo vida en términos biológicos. Es más, creo que la satisfacción en esos niveles ayuda a nuestro desarrollo integral, como la saciedad de una buena comida nos inspira la contemplación después, a la sombra de un árbol.

Uno de los más grandes ascetas de la historia, San Agustín, vivió de los quince a los treinta años con una mujer. Se dice que al bueno de Agustín, en su juventud, le gustaba la carne, hasta el punto de dejar escrito: "Señor, concédeme continencia y castidad, pero no ahora mismo". La frase es bastante elocuente.

Un saludo.

lukas dixo...

Agurdión, no puedo estar de acuerdo contigo cuando dices que el amor es una cuestión de grado, y que puede haber amor en relaciones triviales de una noche o de una corta duración, pienso que esto no es así; el amor es algo absoluto o no es. Si lees los pasajes maravillosos de "Maestros antiguos" de Bernhard en donde Reger habla de la muerte de su mujer y del duelo que tuvo que pasar, uno se da cuenta de que la verdad va por ahí, el amor es algo que, si existe, te llena por completo, y cuando te falta, te deja un vacío horrible. ¿Qué relación sexual, qué intercambio de fluidos, puede lograr eso? Y si lo comparas con la comida, ¿qué fast food puede conseguir una experiencia?, por eso hay que evitarla y tratar de comer en buenos restaurantes, o comer sano, al menos (abstinencia). Nunca estuve con putas de pago, y con golfas gratis, no sé..., creo que tampoco. REchazo el sexo por el sexo. O amor o soledad. Pero claro, vivimos en tiempos en que queremos lo mediocre.

Andrés Rivas Santos dixo...

Entiendo tu postura, Lukas; es más, me parece filosóficamente hermosa y valiosa. Pero haber leído todos los libros del mundo no le da a nadie una autoridad moral suprema, como a veces pretendes hacer ver. A eso me refería cuando hablaba de integrismo y, lo creas o no, precisamente esa intransigencia hacia otras pautas éticas discordantes es lo más contrario al amor en términos absolutos.

lukas dixo...

ES posible Andrés, que así sea, que yo no conozca el amor, que sea intransigente, que no soporte posturas contrarias a las mías, que sea ya, a mi edad, como un viejo cascarrabias, como el Reger de Bernhard, todo eso puede ser. Pero es que no soporto toda esa cháchara y esas actitudes posmodernas. Lo siento. Y aunque sé que es un camino difícil, seguiré por el mío, y creeré, aunque nunca me llegue, en el amor absoluto.

Andrés Rivas Santos dixo...

¿Ves como podemos entendernos, Lukas? No tienes que sentirlo en absoluto, has elegido un camino de forma libre y bien meditada (y además es una opción muy lírica, con el valor añadido que ello representa).
Además, coincido bastante en la crítica hacia las actitudes posmodernas de las que hablas, no porque no puedan llegar a ser válidas, sino porque a menudo no esconden más que el mismo comportamiento de manada de siempre.
Y sí, lamentablemente muchos se lanzan al sexo por el sexo, ni siquiera por convencimiento, sino porque creen que es lo que de ellos se espera. A eso yo también le llamo prostitución y hasta alienación.

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