Poco importa la bonanza de los tiempos. Siempre hay algo mejor que recordar.
La melancolía es la pena de los días de sol y de los mares tranquilos. Es la tristeza de los marineros que dormitan en cubierta, atisbando en la apacible brisa la llegada de la primavera. Y apenas aprieta el trabajo, apenas zumba el trueno, las añoranzas se evaporan.
En el mar no hay flores. Pero lo surca un viento peregrino que recorre el mundo y que cada año vuelve a visitarnos cargado de esencias.
Imagen: Melancolía, Edvard Munch
4 de marzo de 2007
Vientos
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