No se puede dormir. Con la impaciencia, no se puede dormir. No se puede dormir en las grandes ocasiones. Se avecina tormenta. Salto de la cama y subo a cubierta, cuando todos todavía duermen. Y el viento me golpea la cara. El sonido informe, cavernario del trueno ronca desde los abismos del mar y las aguas se encrespan, y las nubes se enredan en una vorágine.
No hay confianza posible. El amor es una escurridiza liebre, y no conviene pararse a razonar con ella la situación. Es necesario ser lo más malvado posible. Callarse los pensamientos. Construir una muralla contra la verdad, pues la verdad es destructiva. El mejor polvo es siempre aquél que procede del engaño; aquél que nadie conoce ni juzga, ni siquiera uno mismo. Que se materializa en silencio, de espaldas al mundo.
Imagen: El barco, Salvador Dalí
14 de outubro de 2007
Tormenta
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1 comentarios:
Me debes unas cervezas, me parece a mí... De este viernes no pasa.
:)
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