Na beira do Lete

... alampan os recordos todos, como brasas atizadas polo vento da morte.

21 de setembro de 2009

El otoño (fantasía histórica)

La puerta: se abre para un jinete y se oculta de nuevo entre los árboles. El caballo desciende a paso lento por entre las raíces que atraviesan el camino y, al rato, se descorren las ramas y aparece el cielo.

La capilla: está a la derecha del camino. Es un pequeño edificio de piedra, de planta cuadrada y cubierta a dos aguas, que está rodeado de tumbas. Tras la cerca del cementerio hay un castaño tan pequeño que nadie se ha fijado todavía en él.

Un perro amarillo: brinca, ladra y se enreda entre las patas del caballo. Está contento porque llega gente que le trae huesos y cortezas de pan. Al punto, levanta la orejas y se va corriendo a otra parte.

Una casa: está siendo construída en mampostería de granito sobre una zona en pendiente. La cuadrilla aterrazó y pavimentó primero un trecho del terreno; luego levantó los muros empezando por la parte más deprimida, la esquina norte, para estribar la construcción; y ahora se apresura en terminar la cubierta antes de que lleguen las lluvias.

La viña: está recostada en un gran campo que se inclina hacia occidente. Al sol de la tarde, decenas de vendimiadores pululan entre las cepas pensando en la cena que espera, unos bueyes tiran de su carro cuesta arriba y el perro amarillo aúlla a la profundidad del valle.

La torre: domina todo el conjunto con su recia cuadrícula de sillería. Es de planta rectangular y tiene tres plantas, con troneras en el frente y en la parte posterior. Sobre su única puerta está el escudo de los señores: tiene dos lagartijas cruzadas unidas por un yugo y, en el timbre, un yelmo empenachado de donde surge una mano que empuña una espada.

El verano: ha terminado. A los saltamontes les han crecido las alas y los prados amarillos van quedándose en silencio.

*Imagen: Hermanos Limbourg,
Las muy ricas horas del Duque de Berry, mes de septiembre (ca. 1412-16)

2 comentarios:

Anónimo dixo...

Hola Juan,el fin del verano sin duda lleva a la melancolía,aunque por aquí con 30º es difícil pensar en el otoño...
Mar

Agurdión dixo...

Por aquí también bastante calor. No hubiese escrito el post sin el fresquito que hizo el domingo...

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