Na beira do Lete

... alampan os recordos todos, como brasas atizadas polo vento da morte.

28 de maio de 2009

Color #3: amarillo chillón

El amarillo es un color amable y placentero, propio del mediodía, cuando la luz es más intensa y las sombras más pequeñas. No está propiamente en el cielo, sino en los objetos iluminados por él, que se aparecen ante los ojos plenos de vida y sentido. El amarillo es el color de las cosas inmediatas: de los juguetes nuevos, de las rebajas y de los buenos cotilleos; es el empuje de las pequeñas ilusiones: de tener una cita por la tarde, del primer día de vacaciones. Es la alegría sencilla, la risa descontrolada de un chiste, que recorre el cuerpo sin necesidad de comprenderse. Huele intensamente a un ordenador nuevo, justo al ser retirado del embalaje; o a las barracas de una feria, con sus tómbolas y su noria.

Cuando el cielo resplandece, no existe; duelen los ojos al levantar hacia él la vista. El amarillo invita a la concentración en lo que está en la tierra, cerca del observador. Invita a usar gafas de sol; o aún mejor, a adquirir unas nuevas acordes con la moda de la temporada. El amarillo ejerce una función inhibitoria de la imaginación causada por la inflamación de lo concreto. Provoca un estado de hiperactividad durante el cual los sentidos se aguzan y la experiencia sensorial se intensifica en términos de placer. Su acústica suele ser la de un acordeón en compás de 3/4, seguramente un vals de Amélie.


El amarillo es el color de las ganas de participar, del tiempo que está vivo; del presente alegre, leve y sin perspectiva.


Fotografía: Agurdión.

20 de maio de 2009

Bailar con los lobos

Irónicamente, las personas que más nos importan en la vida suelen ser aquéllas con las que no nos hemos acostado nunca. Por el contrario, muchas de las que entran en nuestra cama son efímeras, coyunturales, y acaban desplazadas a un lugar periférico de nuestra memoria, algunas veces por repulsión, otras simplemente por indiferencia.

Ésta debe de ser la razón por la que, para llegar a cosas tan íntimas, existe quien prefiere antes lo siniestro que lo evidente, antes lo terrorífico que lo amable, antes bailar con los lobos que con los corderos. Me pregunto entonces si esas personas no entienden el sexo como cierta expresión de desprecio.

Imagen: Andrea Alciato, Emblemas. Ilustración del emblema CLIV, Leiden (1591).